
A la hora de conservar forrajes de manera eficiente, uno de los sistemas más antiguos que se conoce en la ganadería es la henificación. Para entender su procedimiento, el ingeniero zootécnico y miembro de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA Mercedes, Pablo Barbera, habló sobre los sistemas de henificación realizados con pasturas subtropicales para distintos módulos productivos y experimentos.
Desde el punto de vista del heno, Barbera afirma que lo más interesante es el uso de módulos productivos para generar reservas forrajeras de cara al invierno. A su vez, estos consisten en dos módulos de cría: experimental y demostrativa.
El ingeniero sostiene que “el módulo experimental, que es más intensivo, se usa todo el año con vaquillas que están encerradas. Se usa el heno como fuente de fibra dentro de corrales”. Mientras que en la unidad demostrativa “se utiliza solamente durante el invierno pensando en usos más estratégicos para un sistema con uso de menor consumo global. En ese caso se utiliza heno de pasto pangola con vaquillas de reposición”, agrega.
De acuerdo a la especificación de los rollos, Barbera afirma que en el INTA Mercedes se producen rollos de entre 300 y 350 kilos dependiendo de la maquinaría utilizada. “Podemos hacer rollos mucho más pesados, lo que pasa es que para la movilidad nos conviene hacer rollos un poco más livianos”, explica. En función del consumo, añade que a la hora de planificar es necesario “saber cuántos rollos necesitamos para la categoría a la que vamos a asignar y cuánto pesa el rollo”.
En cuanto a los periodos de henificación, el ingeniero sostuvo que en nuestra zona no es fácil producirla. El mejor momento para este tipo de trabajos es cuando hay baja humedad relativa y mucha radiación solar.
“Generalmente eso lo tenemos en enero, febrero, marzo. Pero también lo que uno busca es que haya volumen suficiente para henificar y para que salga más barata la tarea. Cuando nosotros tenemos muchos kilos por hectárea producidos se licuan los gastos de cortes y de todo el paso de maquinarias, labores humanas. Entonces vamos a buscar la máxima eficiencia desde ese punto de vista”, dijo.
Barbera opina que “desde el punto de vista del alimento, las limitantes que tiene nuestro sistema de producción es la misma en todas las zonas y nosotros tenemos una alternativa más para cubrir eso: es sencilla, bastante económica”. “Es una actividad que tiene poco desarrollo hasta el momento en la zona y podría tener mucho más. Nosotros apuntamos a pasturas media térmicas que complementen el campo natural en superficies chicas, bien intensificadas, bien fertilizadas, para generar mucho volumen”, proyectó.
Por último, aclara que por el momento el INTA Mercedes no planifica experiencias a futuro. Sin embargo, en materia de silajes de pasturas Barbera advierte que hay una posibilidad de trabajar. “Dentro de lo que es INTA si existe, dentro de un módulo de henificación y uso de reservas, pero desde la experimental no hay ningún trabajo o proyecto a futuro”, cerró.
TE RECOMENDAMOS ESCUCHAR LA ENTREVISTA COMPLETA A PABLO BARBERA
Comentarios
Publicar un comentario